El Éxito Del Teletrabajo Basado en la Confianza
Mucho antes de que el teletrabajo se volviera una práctica obligatoria para las empresas, había una que otra que estaba interesada en ello, y una manera adecuada de hacerlo era a través de una revisión psicológica, entre otros aspectos, para determinar cuáles personas de acuerdo con sus características personales y laborales eran aptas para esta modalidad de trabajo.
Aun cuando se piense que esto es para todos, hay personas que de acuerdo con la mirada de un profesional e incluso, por autoconocimiento manifiestan ser distraídas, les hace falta disciplina, no se concentran fácilmente, no les gusta la soledad, les gusta sentirse parte de un grupo y compartir con sus compañeros, no tienen las condiciones de privacidad, autocontrol y gestión en sus hogares necesarias para el desempeño de sus labores. El teletrabajo significa todo un reto no sólo a nivel profesional, sino también personal.
Por otro lado, personas que salían aptas, no eran respaldas por sus jefes directos y no les daban la oportunidad de intentarlo, y de acuerdo con su criterio sin fundamento y basado en favoritismos, mandaban a casa a quiénes eran más cercanos. Claramente, estos jefes estaban lejos de un liderazgo basado en la gerencia de felicidad organizacional.
Cuando el 2020 fue pasando con sus cambios abruptos a nivel organizacional y todos debieron adoptar esa modalidad de trabajo por obligación, fue evidente qué empresas tenían culturas y herramientas que les facilitaron el proceso; mientras que hubo otras que por increíble que parezca, implementaron prácticas que, a ojos de mucho, son reprochables y a mi parecer, todo ello redunda en un sólo elemento que es la falta de confianza.
Hay casos en los que las personas han tenido que pedir permisos hasta para ir al baño en su propia casa, supe de una empresa que compró relojes con cronómetro y cámara para que cada que vez que la personas se paren del sitio, lo pausen y se les paga de acuerdo con el tiempo trabajado; ha sido muy común escuchar sobre jornadas laborales más extensas donde no se respetan descansos, tiempo de almuerzo, ni finalización de la jornada porque se les ha pedido estar disponibles tiempo completo.
El valor de la confianza es clave para unas relaciones sanas que faciliten el trabajo en equipo. Cuando se habla de confianza, se debe pensar en todos los niveles. En primer lugar, confiar en que las personas que hacen el proceso de selección están eligiendo a los mejores candidatos de acuerdo a su experiencia, su competencia, metas profesionales y afinidad con la cultura de la organización.
Por otro lado, se ha de tener confianza en al área encargada del proceso de inducción y desarrollo de la compañía que se encarga de ofrecer un conocimiento integral de la empresa y actualización de este. Valorar la pericia y empatía de los compañeros de diferentes áreas, y, sobre todo, valorar habilidades y conocimiento de nuestro equipo de trabajo. Este último punto, si bien es necesario para todos los miembros, es vital para aquellos que son jefes y tienen personas a cargo.
Los líderes están llamados actuar bajo en nuevo paradigma de gerencia en felicidad organizacional. Un liderazgo que toma los valores como base y donde la confianza hacia su gente en fundamental. Ésta se promueve en primer lugar al tener un amplio conocimiento tanto a nivel personal como laboral de quiénes allí trabajan. Cuando un colaborador siente que se creé en él, que se le da autonomía, él mismo va a organizar su tiempo y se va a poner incluso metas incluso mucho más ambiciosas que las que la empresa le podría asignar porque se trata de demostrarse a sí mismo de lo que es capaz y querrá honrar la confianza que su líder le dio.
En la práctica de teletrabajo, se podría nombrar la confianza como ese principal atributo que marca la diferencia pues genera respeto y compromiso. Entre las conductas concretas que ayudan a generarla se encuentran: demostrar interés, mantener comunicación constante de doble vía, demostrar más allá de las palabras, ser transparente, ser sensato en las asignaciones y oportuno en la ejecución.
Como conclusión, desde el interés genuino, el respeto, el amor y la confianza salen mejores resultados que le apuntan a la productividad y rentabilidad de las empresas en la medida en que tal como manifiesta HBR hay un incremento en la innovación en un 300%.
La burocracia entonces, que seguirá existiendo mientras haya desconfianza en el equipo de trabajo, hará que todo sea más lento y, por lo tanto, debe quedar relegada de la nueva realidad organizacional que se fundamenta fuertemente en que el éxito del colaborador en el teletrabajo dependerá de la confianza de sus superiores jerárquicos.
Articulo publicado en la revista https://issuu.com/institutoismac/docs/0611_atmosferas5