NEUROCIENCIAS Y FELICIDAD ORGANIZACIONAL
Las neurociencias nos han brindado información valiosísima con relación a cómo, a diferencia de lo que se pensaba antes, el cerebro, corazón y la emoción están interconectados y juntos hacen un combo increíble al hablar de felicidad y productividad en los colaboradores. Todo esto se sustenta, en que cuando las personas son y están más felices, liberan endorfinas o “jugos de la felicidad” que estimulan las zonas del cerebro donde se generan emociones placenteras. La producción de esta hormona facilita la memoria y la atención y ello indudablemente tiene un impacto en la vida laboral cuando se tienden a producir ideas más innovadoras, retadoras y se tiene una mejor actitud que facilite trabajar en equipo.
Las endorfinas se liberan cuando hacemos algo que nos gusta y realmente disfrutamos. Cuando un líder actúa como un gerente de felicidad al desarrollar las competencias de su gente y asignarles sus retos de acuerdo a sus habilidades y fortalezas, es muy probable contribuir a que las personas a su cargo alcancen un “estado de flujo”, un término conceptualizado por Mihaly Csikszentmihalyi (2009), para describir un estado en que están absolutamente inmersos en lo que están haciendo, al punto que olvidan lo que está pasando a su alrededor, el tiempo se pasa volando y toda su atención y concentración se centra en su tarea, haciéndola productiva por alcanzar un equilibro entre las habilidades de la persona y el desafío asignado.
Las fuertes conexiones neuronales entre cerebro y corazón, permiten que los pensamientos estén asociados a los sentimientos, la emoción, la intuición y a los impulsos y a través de esas conexiones podemos construir estructuras más interconectadas que permitirán que fluya mejor el trabajo entre las personas. Es de destacar que se ha demostrado el gran poder de las mujeres relacionado con su magnífica intuición pues no solamente están liderando cambios, sino que tienen una mejor adaptación a los mismos.
Contrario a donde fluyen la producción de endorfinas, aquellas compañías donde prima el temor, las órdenes y la comunicación unidireccional, son generadoras de cortisol a gran escala y ésta siendo la hormona asociada al distrés o estrés negativo, cuando la gente lo sufre, hay preocupación, ansiedad, problemas de sueño, se desarrollan un mayor número de enfermedades, hay deterioro en la memoria y la concentración, lo que probablemente se desencadene en un aumento en el número de errores.
Según cifras expuestas en la Medición Mundial de Felicidad realizada a partir de la pandemia por Mide la Felicidad, el indicador que muestra el temor que sienten los colaboradores cuando cometen un error se percibe en 61 puntos en hombres y en 53 puntos en mujeres, notas en las que su máximo es 100 puntos. Así mismo, el indicador de adaptación a los cambios está en 63/100 puntos los hombres y 56/100 en mujeres.
Se concluye entonces que las personas que son más felices en la organización son las que van a dar todo de sí y el tiempo que duren en la organización van a hacer brillantes, y no sólo eso, sino que también van a hacer brillar a los demás, haciendo que entre todos se alcancen los objetivos estratégicos de la organización. Sumado a lo anterior, van a recomendar a su empresa y con total seguridad son clientes de ella en el presente o lo van a ser en el futuro cuando ya no hagan parte de esta.
¿Preparado para conectar el trabajo con la felicidad?
En Mide La Felicidad te ayudamos a transformar tu cultura organizacional, nos apasiona la gente, los colaboradores son el eje central de la empresa.
Artículo publicado en el Canal de los Emprendedores https://www.elcanaldelosemprendedores.net/single-post/un-colaborador-feliz
