De Clima a Felicidad Laboral
La evolución es el concepto constante y permanente en las organizaciones para su subsistencia y las empresas han tenido que darle la importancia que se merece a su equipo de trabajo, quienes finalmente son los que, alineados con la estrategia de la organización, logran los objetivos propuestos.
Desde que las empresas se dieron cuenta que cuidar el talento humano repercutía en el mejoramiento de sus indicadores y en un aumento tanto de la productividad como de la rentabilidad, comenzaron a hacerle un mayor seguimiento a la experiencia del colaborador hacia el interior de la organización para saber cómo dar respuesta oportuna a las necesidades y requerimientos de los mismos.
La medición de clima se ha quedado corta con relación a las novedades en el mundo empresarial. Esa mirada al interior, que antes era muy básica, se centraba sobre todo en le empresa y el hacer de las personas.
Se enfocaba en el cumplimiento básico de leyes que demostraban que las cosas se hacían por obligación, mas no por convicción. Se estudiaba allí el gusto y la comodidad con los puestos físicos de trabajo a lo que se le daba mucho valor, así el ambiente laboral fuera reprochable. Se miraba que hubiera políticas por doquier y que hubiera procesos y procedimientos para hacer todo más eficiente, así no fueran hechos pensando en la comprensión y facilidad para los individuos, los Seres Humanos.
Lo anterior implica que cuando la medición de clima está 100%, orienta a lo importante: el negocio como tal. Por tanto, sus resultados sirven primordialmente para desarrollar un modelo de negocio únicamente (sea una organización con fines de lucro o sin fines de lucro), y esa medición siempre pasa por hacer “algo” en mejoras para su gente que normalmente redunda en beneficios y/o actividades de bienestar tales como la motivación.
Actualmente, el interés central de una medición de felicidad organizacional se centra en lo esencial: el ser humano definido por un enfoque sistémico, personal, flexible, satisfactorio y humano. Se entiende que se contempla un gran número de factores internos y que esa plenitud impacta a todo el ecosistema empresarial.
Al contrario de su versión antecesora, demuestra que está 100% enfocada a lo esencial que es la persona y el objetivo principal es acompañar de manera genuina a las personas en su desarrollo personal, profesional y familiar, lo que, en últimas, con el paso del tiempo se ve reflejado en importantes y muy ciertas mejoras para el negocio tales como la lealtad, el compromiso, menores rotaciones y ausentismos, mayores ingresos, menores costos y por ende mayor productividad.
Vale la pena apostarle a hacer mediciones en felicidad laboral para ser acertados en la estrategia de las empresas trabajando de manera sostenible en el tiempo. En últimas ya sabemos los beneficios en cifras que trae para el éxito empresarial y sin embargo, se dejan de lado características que hacen que el trabajo sea aún más enriquecedor.
Entre las cosas que se evidencian mejoras, se podría hablar de mayor interés en la organización, deseo de involucramiento, mayor facilidad en la resolución de problemas, así como aumento en la proactividad, innovación, aceptación de nuevos retos y responsabilidades, mejor manejo del estrés causado por el día a día del trabajo y una mejor aceptación y adaptación a los cambios.
La invitación es a que las empresas se documenten y evolucionen en su estrategia organizacional y den una mirada hacia sus colaboradores y les den aún más valor del que les dan actualmente haciendo la transición de clima a felicidad laboral.
¿Cómo medir la felicidad organizacional?
Artículo publicado en Nuevo Diario Argentina http://www.nuevodiarioweb.com.ar/noticias/2021/04/23/291662-la-transformacion-de-clima-a-felicidad-laboral